Casi el 48% de los niños y niñas que asisten a comedores comunitarios sufren malnutrición. Ante este preocupante porcentaje, el ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Federico Masso, resaltó que se están adoptando las políticas públicas necesarias para dar pelea y mejorar la calidad de alimentación de los chicos. “Hemos tomado el problema y lo estamos enfrentando”, aseveró Masso, en una entrevista con LA GACETA central.
Esta semana, se confirmó que, a través de un convenio firmado por el funcionario con el Ministerio de Capital Humano de la Nación, el Gobierno de Tucumán logró recuperar más de $7.100 millones que habían sido invertidos por el erario provincial para solventar comedores escolares y merenderos comunitarios. Con esos recursos, Masso apunta a fortalecer las partidas destinadas a estos la nutrición infantil.
“Venimos del Tucumán del 2000, donde fuimos conocidos por los 23 casos de muerte por desnutrición. ¿Qué se hizo desde ese momento en adelante? Se dio de comer. Pero comer no significa que sea de buena manera”, indicó el ministro.
Señaló que, producto de la crisis económica que arrastra la Argentina, muchas familias no pudieron sumar vitaminas y proteínas al menú diario. “Cuando nace la Tarjeta Alimentar, el objetivo era iniciar el camino contra la malnutrición”, recordó el funcionario.
Casi el 48% de los chicos que asiste a comedores comunitarios de Tucumán sufre malnutriciónMasso advirtió que la malnutrición se ve reflejada en la salud de los más pequeños. “Tenemos niños con sobrepeso o con obesidad, siendo muy niños. ¿Por qué? Porque tienen una dieta cargada en grasas, en hidratos de carbono. Porque la mamá no tiene acceso a la carne, a la verdura, al pollo, al yogur con cereales. Y eso por el costo de vida que tenemos hoy en la Argentina”, describió el referente de Libres del Sur.
Agregó luego que el Gobierno provincial está enfocado a través de distintas áreas -la cartera a su cargo y los ministerios de Educación y de Salud, entre otros- a hacer frente a la situación. Entre otras medidas, destacó que se apuntó a dar contenido nutricional a la dieta que se brinda a los 340.270 alumnos que concurren a comedores escolares. “Hoy, en las 1.172 escuelas que están comprendidas por el programa de comedores escolares no falta el yogur con cereales; no falta la fruta de colación; no falta el huevo, la carne, el pollo”, ponderó el ministro.
Sacar el mate cocido
Masso remarcó que la misión en este momento es que los niños “pueda empezar el camino de mejorar su nutrición”, con el objetivo de bajar el índice del 48% de chicos que, según la medición de talla y peso, padecen malnutrición. “Por supuesto, la caída brusca (en ese porcentaje) se va a dar cuando en esos hogares puedan, con sus propios ingresos y por supuesto con la ayuda de programas, cocinar, y cocinar bien”, enfatizó, en alusión a la incorporación de alimentos saludables.
El ministro destacó la labor que se lleva adelante con referentes sociales. “Estamos sacando el mate cocido de los merenderos; queremos ir a merenderos donde haya leche chocolatada, arroz con leche, productos que ayuden a nuestros niños a tener las vitaminas y las proteínas que necesitan. No es fácil que el niño deje el mate cocido con pan en el día a día; nos lleva seis meses, porque genera saciedad, pero no los nutre. Por eso, trabajamos en la incorporación de la leche como una cuestión nutricional fuerte”, señaló.